Si bien los segundos domingos de cada mes estamos reservándolo para estudiantes, este domingo solamente vinieron 4 alumnas y 2 profesoras del ASV, todavía estamos en proceso de adaptación y como es de esperar, nuestros queridos alumnos tienen mucho que aprender todavía...responsabilidad, compromiso, puntualidad, además de la empatía que en definitiva será lo que les motivará a hacer algo por los demás de forma altruista y sin esperar que nadie les aplauda por ello. Todo llega, y todo tiene su tiempo debajo del cielo (Ec.3:1), y como esta es la mejor etapa para aprender decidimos apoyar el proyecto del ASV porque creeemos en ellos y confiamos en la magnitud del alcance que puede tener luego a luego en sus vidas y en la de quienes les rodeen.
Generalmente los citamos a las 11:30hs para darles la oportunidad de cocinar la carne, pero como no llegaban, decidimos comenzar sin ellos. Pero que conste que igualmente hemos iniciado la jornada de hoy con un "alumno importado" Mario Alberto Portuguez.
Ni bien llegaron nuestras alumnas se pusieron manos a la obra! Aquí tenemos a Elia que venía por primera vez, esperamos que repita!
En la foto de arriba, Smardoy, Kau y Sancar, son de Rumanía, y la semana pasada nos pidieron calzados, que garcias a la gente ya le hemos llevado. Y en la foto de abajo dos chicos de Senegal y Gana. Nos pidieron la foto, así que la imprimiremos para el próximo domingo.
Saben que me gusta buscar una foto de portada que de alguna manera me de pie a desarrollar la entrada del día, pero también me gusta quedarme con una foto especial para el final, no siempre lo consigo, mi pobre cámara también está afectada por la crisis y ya me está pidiendo la jubilación anticipada, jejeje.
La foto especial de hoy es con este chico rumano, que no recuerdo su nombre, pero sí recuerdo que la semana pasada tuvo la oportunidad de repetir y se comió 3 bandejas!!!...gentilmente posó junto a Manuel, y aunque me sentí tentada a hacer una foto sólo a su carrito, no me animé, no quise incomodarlo, pero allí llevaba "su casa" a cuestas, una almohada, cacharros para cocinar, mantas, ropas...
Manuel se hace la foto que le pedí, le da un abrazo, le regala su mejor sonrisa y ambos se sienten reconfortados.
Así como este chico rumano, también me acerqué a hablar Con Jorge y con Pablo pero no tenía la cámara, me acerqué a ellos llevando mi humilde bolsa con algo de ropa, y de alguna manera me disculpaba en mi discurso por que no era ropa nueva, y para mi sorpresa se alegraron enormemente, y es más, me comentaron que agradecen toda clase de ropa, y se echaron unas risas entre ellos mientras me contaban "la suerte que habían tenido" porque hacía dos días atrás en el cumple de una de sus amigas (también en la calle) habían encontrado unos pantalones vaqueros en un contenedor de basura, que aunque eran de mujer, les iba perfecto!...se sentían con suerte porque no solamente les venía bien a ellos mismos, si no porque tuvieron la oportunidad de regalarle algo a su amiga en el día de su cumple; también encontraron unas chaquetitas que lucían orgullosos como recién compradas de las rebajas...
A veces, no encuentro la manera de describirles lo injusto que me parece que todo esto que intento transmitirles quede infinitamente limitado a mis palabras.
Tienen la mirada tan transparente y tan fulminante que, ...si sabes mirar, en unos pocos segundos ves toda su vida como si vieras un video fugaz, y toda esa gran carga de sentimientos se te mete en la retina y es captada por todos tus sentidos...y eso no se puede transmitir con palabras, duele, y da impotencia, pero no se puede transmitir...
Entonces vuelvo a mi historia de la estrella de mar...me despido de ellos hasta el domingo siguiente y regreso al refugio de mi hogar.
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