sábado, 14 de marzo de 2009

Cómo aportar

- Todos aquellos que nos escriban para que este sábado siga teniendo sentido. Cómo pueden hacer que tenga sentido concreto?...compartiendo con nosotros lo que puedan.
- Otra manera de colaborar es ponernos en contacto con algún conocido que trabaje en alguna empresa a quien podamos dirigirnos sin compromiso para ver la posibilidad de alguna donación ocasional de las cosas básicas que necesitamos.
Detalle:
- Carne picada ( de ternera por favor, que no tenga cerdo)
- Pastas (macarrones-espaguettis-coditos, etc...)
- Aceite
- Sazonador de espaguettis
-Tomate frito . algunos extras como bebidas, galletas, chocolates ( para los días festivos)
- Pan (alguna panadería que quiera donarnos unas 5 barras por sábado, por ejemplo)
- Frutas
- Alguna bombona de butano

jueves, 12 de marzo de 2009

El principio

...En el principio creó Dios los cielos y la tierra...ups...no-no, no era ésta la historia que quiero contar aquí peeeero también es algo que me gusta compartir, cuando quiera y quien quiera siempre podemos tener una buena charla acerca de la intervención de Dios en nuestras vidas, en fin, lo que quería contarles era un poco en respuesta a quienes se preguntan cómo fue que comenzamos con nuestra acción solidaria. Si bien hacía meses que habíamos hablado de hacer alguna comidita especial para compartir, por una cosa u otra nunca lo hacíamos. Por otro lado, resulta que Manuel disfruta muchísimo cuando sus hijos vienen a comer a casa y en su honor les cocina una riquísima paella. Pero ese domingo de noviembre del 2008 Álvaro cambió de planes sin avisar y no vino a comer, y como Álvaro come paella x3, se imaginan toooodo lo que quedó?. Supongo que también se imaginan la carita de Manuel. Y lo primero que se me ocurrió para apaciguar su chasco fue invitarlo a poner todo en un taper y llevarlo al cauce del río, le recordé que muchas veces quisimos hacerlo y ésta era la mejor oportunidad. Así lo hicimos, encontramos 3 personas que estaban sin comer y fue tal el impacto que esto produjo en Manuel que tomó la firme resolución de hacerlo cada sábado. Bien, no?... la resolución estaba tomada, perooo...qué cocinar?... paella era un poco carito para nuestro bolsillo, entonces pensamos en qué comida les gusta a los chicos, y recordamos los macarrones, ...ricos, sencillos de hacer, económicos...¡decidido! eso fue lo que hicimos el 1º sábado. Como no sabíamos con certeza a dónde ir, solo preparamos medio kg de pasta con carne picada y tomate frito, y como no teníamos bandejitas, llevamos esas que reciclo del supermercado, las que vienen con la fruta y me da pena tirar; nos habían quedado unas cucharas desechables no se de cuándo pero me vinieron re-bien; antes de salir ví en la bancada de la cocina unas mandarinas y me las llevé...ese sábado comieron 10. Lo primero que preguntaron era si no tenía cerdo y al asegurarles que no, se acercaron tímidamente y ellos mismos racionaban lo que les servimos para dejar para los otros..."poco-poco" decían, "hay más chicos allá" y señalaban a los que estaban trabajando (aparcando coches).Al principio no sabíamos bien a dónde dirigirnos, pero el hecho de verlos trabajando nos fue un claro indicio de que ellos sí sabrían recibir un buen plato de pasta calentito. Al sábado siguiente ya hicimos 1kg de pasta, ya compramos unos platitos y tenedores desechables, la carne, el tomate, el pan y las mandarinas que tanto les gustó. Pero la crisis es para todos, no se salva casi nadie, y menos nosotros, así que al escasear nuestros recursos pusimos en manos de Dios nuestra acción solidaria, hasta que surgió la idea de escribir a quien hiciera falta confiando en que siempre hay gente dispuesta a ayudar. No tienen ni idea la alegría inmensa que nos produjo el 1º mail de respuesta, ¡ya teníamos bandejas! y de aluminio, que mantiene bien el calor, ...nos sentimos bendecidos por Dios y con su visto bueno para seguir adelante. Y cuando Rosa, de Pastas Gallo, nos dijo que nos enviaba los 50 kg. de pasta, les aseguro sin exagerar que dí saltos subiendo y bajando por los sillones del salón mientras hablaba por teléfono con Manuel contándole la novedad. Y ahora, pase lo que pase, con la ayuda de Dios no les faltamos ni un sábado. Y si os apetece, os esperamos cada sábado en ese pequeño rincón de esperanza y alegría al lado de la estación de autobuses de Valencia con vuestra aportación. Ellos más que nadie, os lo agradecerán.